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La sede del actual Museo de Bellas Artes fue vivienda particular del Dr. Juan R. Vidal, político de amplia trayectoria en el panorama correntino, siendo Gobernador de la Provincia en dos períodos (1886-1890 y 1909-1913) y accediendo luego a los cargos de Diputado y Senador Nacional. La casona de la calle San Juan en la ciudad de Corrientes fue donación testamentaria expresa de la Sra. Eloísa Torrent de Vidal con el deseo implícito de perpetuar y honrar la memoria del Dr. Vidal.

Su arquitectura, con transformaciones a lo largo de los años, mantiene en su esencia su fisonomía original de vivienda, guardando elaborados detalles ornamentales en fachada e interior con profusión de mármoles y maderas de alta calidad, que atestiguan el prestigio e importancia de sus moradores. 

Acondicionada a Museo en el año 1963 la institución alberga en sus colecciones casi setecientas obras de arte, entre pinturas, dibujos, grabados, expresiones de arte contemporáneo, etc. Autores como Fernando Fader, Benito Quinquela Martín, Eduardo Sívori, Bernaldo Cesáreo de Quirós, Emilio Petorutti, Tsuguharu Foujita, Antonio Alice, Fray Guillermo Buttler, Raúl Soldi, Emilio Caraffa, Pío Collivadino, Alfredo Gramajo Gutierrez, Faustino Brughetti, Luis Seoane, Vicente Forte, Luis Perlotti, Leonie Matthis, Rogelio Yrurtia, Valentín Thibón de Libián, Carlos Silva, Domingo Mazzone, Octavio Fioravanti, Enrique Policastro, Adolfo Bellocq, Juan Carlos Liberti, Jorge Larco, Alejandro Christophersen, Raúl Alonso, Carlos Ripamonte,Gregorio López Naguil, Atilio Malinverno y otros artistas,  junto a autores regionales de sólida formación y trayectoria con innumerables premios como José Negro, Antonio Pedro Ballerini, Carlos Longa, Amado Puyau, Justa Díaz de Vivar, Elsa E. Gómez Morilla, Mabel Vilchez, Luza Viola de Taraborelli, Norma Capponcelli, José Mizdraji, Salvador Mizdraji, Luis Llarens, Miguel Niella, Ofelia Fisman, Rolando Díaz Cabral y una constelación de artistas jóvenes que  integran su patrimonio, posicionándolo como uno de los centros referenciales artísticos de la Provincia, escenario de innumerables exposiciones de artistas nacionales y extranjeros, y legitimador natural del ámbito cultural correntino.

Cuenta con cuatro salas de exhibiciones. “José Negro”, “Justa Díaz de Vivar” y “Adolfo Mors”, una Sala de Conferencias “Eloísa Torrent de Vidal” ,Reserva Técnica y la Biblioteca “Dr. Juan R. Vidal”.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El Museo brinda además un servicio de visitas guiadas a numerosas delegaciones de todos los niveles educativos, público en general y a visitantes de diversos países del mundo. Posibilita a la comunidad la posibilidad de llegar a escuelas, centros comunitarios o entidades culturales de la Provincia con colecciones itinerantes como la de “Antonio Gil con ojos correntinos” o reproducciones en banners de obras de autores correntinos junto a cuadernillos didácticos que acercan el conocimiento de nuestros artistas a variados públicos.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Su patrimonio artístico tiene su origen en la fundación misma de la institución en 1927 junto al entonces Museo Histórico, Colonial y de Bellas Artes, cuyo desdoblamiento en dos museos se produciría en 1965, acrecentándose con el tiempo y hasta la actualidad a través de procesos de donaciones, adquisiciones y legados, fundamentalmente.             

El origen de los primeros museos del país debe encontrarse en la adquisición de obras, donaciones o legados de coleccionistas. La historia del arte en la Argentina registra el nombre de varios mecenas, perpetuado en los nombres de las colecciones, patrimonio de las instituciones, -y casi siempre condición testamentaria- José Prudencio de Guerrico, Mercedes Santamarina, María Luisa Bemberg, entre muchos otros.                                                                                                                    

Colección señera es la conformada por 37 obras de artistas argentinos, conjunto adquirido gracias al legado testamentario de Félix Bunge, conspicuo empresario agro ganadero bonaerense, mecenas de artistas y deportistas. Conforman esta colección obras de autores significativos del arte nacional cuya formación académica  –perfeccionados en los grandes centros europeos de la época- y consolidados en sus trayectorias en el país contribuyen al alto valor artístico del patrimonio del Museo.

Artistas locales de innegable trayectoria –fundadores de las artes plásticas correntinas- y discípulos de maestros academicistas y formadores a su vez de otros tantos cuyas obras también integran los fondos del Museo Vidal donaron parte de sus colecciones como lo son las colecciones Ballerini compuesta por catorce óleos y la de Ofelia Quiroga de Róveda por diecisiete grandes lienzos que ilustran mitos y leyendas guaraníes. La colección Luis Macaya está formada por 14 dibujos que ilustran el  libro de los hermanos escoceses Jhon y William Parish Robertson “Cartas de Sudamérica”.

Mención especial merece una de los últimos conjuntos de obras adquiridas con la finalidad específica de su itinerancia, dieciocho pinturas que representan diversas expresiones estéticas sobre la figura del Gauchito Gil.

En los últimos años el Museo Vidal viene incorporando a su patrimonio una colección de obras con lenguajes contemporáneos diversos, obras rigurosamente seleccionadas y laureadas en Salones de proyección regional e internacional, como lo es la inclusión de la Región ARPA, que incluye a la República del Paraguay. La presencia del Museo con un stand institucional en la prestigiosa Feria arteBA de la ciudad de Buenos Aires ha permitido la adquisición de obras de artistas de vanguardia de las artes visuales de nuestro país.

Siendo en su esencia, denominación y continuadora de instituciones académicas decimonónicas, alberga en un gran porcentaje obras que responden a los gustos estéticos imperantes a fines del siglo XIX y primeras décadas del XX como son los géneros del retrato, paisaje y bodegón.

La construcción de una identidad nacional se ve reflejada en autores que pintaron a personajes y paisajes tendientes a reforzar esa cimentación de una imagen nacional, conducida también por la normativa de los reglamentos de Salones y concursos y las selecciones del jurado, que sostuvieron esta iconografía. La crítica de arte también contribuyó a esta visión estética promoviendo la distribución de sus valores entre el público.

Desde comienzos del siglo XX, en la sociedad argentina se observa la preocupación de diversas asociaciones tanto para fomentar el desarrollo de la cultura como para proteger el patrimonio artístico e histórico. En forma simultánea se registra el inicio del coleccionismo particular y la creación de instituciones para atesorar el legado y promover la producción artística. En el período que va desde 1880 a 1920 tanto el Estado como las iniciativas privadas estimularon la institucionalización de la vida artística nacional. Las bellas artes y los sistemas de enseñanza son impulsadas desde la esfera oficial. Mención especial requiere la creación del Salón Nacional (1911), al cual concurrieron y obtuvieron lauros varios de los artistas autores de las obras que componen  en un gran porcentaje las obras de la colección del Museo Vidal.

La modernización tuvo un giro en la época del Centenario de la Revolución de Mayo. A partir de las vísperas y como continuidad de la celebración se encaró la construcción de la nacionalidad desde el punto de vista cultural y simbólico –dentro de un sistema de profunda desigualdad regional. Formados en Europa o con maestros europeos, artistas nacidos en el país o inmigrantes han legado una obra contundente, que actualmente es interpretada como portadora de valores propios y singulares.

 

En esta construcción simbólica intervinieron diversos elementos: las tradiciones europeas, el sentimiento nacional y la conciencia del valor del creador. En la construcción de la imagen de Nación –nacionalismo artístico-, Mariana Giordano (2009)[1] observa la confluencia de dos planos: por un lado la obra de artistas que respondían a un discurso oficial tendiente a plasmar a héroes y hechos históricos señeros en la conformación de una Nación civilizada, y en otro plano la visión de artistas viajeros sobre el paisaje y las costumbres.

La preeminencia del primer plano en esta construcción hegemónica, con su centro en Buenos Aires, y la enseñanza académica de las artes – con el eje en la ciudad y sus habitantes- contribuirían a la instauración de una cultura nacional, disminuyendo las particularidades regionales – con el campo y el gaucho como protagonistas-.

Podemos afirmar, que sobre el valor artístico de la colección del Museo, prevalece el valor histórico y testimonial de un legado que reúne exponentes del arte argentino en los primeros años del siglo XX y un caudal muy importante de autores referenciales de las artes visuales de la provincia y de la región  como aporte enriquecedor a su patrimonio, legitimado por la institución y por constituir un acervo fundacional de futuras adquisiciones.

 

Al producirse el desdoblamiento del Museo Colonial e Histórico y de Bellas Artes el 18 de noviembre de 1965 por Decreto Nº 5209, se designo directora del Museo de Bellas Artes a la escultora Adela Tarraf; sucediéndola en el cargo el doctor Roque Iturriaga, hasta su fallecimiento y siendo reemplazado interinamente por Nelly Galmarini Lottero. Posteriormente, por Disposición Nº 5 de la Subsecretaría de Educación y Cultura de la Provincia, de fecha 3 de marzo de 1971, se constituyó una Comisión Directiva Asesora, que tuvo a su cargo la dirección y reestructuración con carácter ad-honorem. Finalizada la misión de esta Comisión Directiva Asesora, fue designado por Decreto Nº 1337 de fecha 18 de mayo de 1972 del Poder Ejecutivo Provincial, el doctor Ramón Viveros en el cargo de director hasta su fallecimiento, el 6 de julio del mismo año. El doctor Viveros fue reemplazado en el cargo en carácter ad-honorem por el Profesor Marcelo Daniel Fernández, que se desempeñó hasta el 12 de febrero de 1974 y desde esa fecha y hasta el 24 de mayo de 1976, la Señora María del Carmen Laprovitta de Franco, quien fue reemplazada por Hilda Gandolfo de Meabe. Por Decreto Nº 449 del 25 de octubre de 1977 del Poder Ejecutivo, fue designado director del museo, el Profesor Agustín Orts Mayor; luego lo sucedieron en el cargo la Sra. Graciela Levatti de Rey, la Arquitecta Ester Concadoro de Zschaz;el Prof. Carlos Gallardo; la Profesora Susana Beatriz Ibarra (interinamente), el Profesor José Mizdraji, la Escribana Gloria Rolón de Brianti, el Arquitecto Gabriel Romero, la Profesora Fernanda Toccalino,el Arquitecto Francisco Benítez y actualmente el Licenciado Luis Bogado. 

El Museo Provincial de Bellas Artes “Dr. Juan R. Vidal” reafirma su papel de institución artística relevante en la cultura provincial, regional y nacional, contribuyendo a la revalorización y consolidación de su lugar en la memoria colectiva sobre su patrimonio.

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