COLECCIÓN "FÉLIX BUNGE"
El Museo Provincial de Bellas Artes “Dr. Juan R. Vidal” de la ciudad de Corrientes es depositario de una de las colecciones de pintura argentina y extranjera, que junto a la de otros autores, posicionan al Museo en el ámbito cultural de la región. La denominada “Colección Félix Bunge” adquirida con fondos legados por el mecenas de las artes Sr. Félix Bunge, y cuya catalogación en forma razonada se emprende en este trabajo, reúne un conjunto de treinta y ocho obras de autores conocidos unos, no estudiados otros, y que nos ubican dentro de un período del arte argentino, desde principios del siglo XX, en pleno proceso de formación y consolidación de una identidad nacional.
Las obras de arte han sido siempre valoradas y las clases detentadoras del poder se han esforzado por hacer acopio de las mismas.
Desde comienzos del siglo XX, en la sociedad argentina se observan la preocupación de diversas asociaciones tanto para fomentar el desarrollo de la cultura como para proteger el patrimonio artístico e histórico.
En forma simultánea se registra el inicio del coleccionismo particular y la creación de instituciones para atesorar el legado y promover la producción artística.
En el período que va desde 1880 a 1920 tanto el Estado como las iniciativas privadas promovieron la institucionalización de la vida artística nacional. Las bellas artes y los sistemas de enseñanza son impulsadas desde la esfera oficial. Mención especial requiere la creación del Salón Nacional (1911), al cual concurrieron y obtuvieron lauros varios de los artistas autores de las obras que componen la Colección Bunge.
La modernización tuvo un giro en la época del Centenario de la Revolución de Mayo. A partir de las vísperas y como continuidad de la celebración se encaró la construcción de la nacionalidad desde el punto de vista cultural y simbólico –dentro de un sistema de profunda desigualdad regional-. Formados en Europa o con maestros europeos, artistas nacidos en el país o inmigrantes han legado una obra contundente, que actualmente es interpretada como portadora de valores propios y singulares.
A fines del período, se introdujeron las vanguardias artísticas dando pie a una de las etapas más creativas del arte argentino. El cultivo del paisaje alcanzó una enorme difusión al igual que la búsqueda de lo típico, a los que se agregaron temas de marcado contenido social.
En esta construcción simbólica intervinieron diversos elementos: las tradiciones europeas, el sentimiento nacional y la conciencia del valor del creador.