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INSAURRALDE

El Instituto de Cultura de la Provincia y el Museo de Bellas Artes "Dr.Juan R. Vidal" presentan con orgullo esta muestra virtual del maestro RODOLFO INSAURRALDE. Las mismas podrán ser adquiridas.

Debido a la contigencia sanitaria el Museo continua proponiendo contenidos a través de sus distintas plataformas como ser las muestras virtuales, siguiendo su Agenda 2020.

"Hay un sinnúmero de artistas, de aquellos que no pueden vivir sin reinventarse todo el tiempo, que coinciden en la respuesta a una inexorable consulta. ¿Por qué sienten la necesidad imperiosa de rehacer sus trabajos todo el tiempo? A  lo que uno de ellos y en total concordancia,  respondió:

 

                                                                                                      

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“No estoy rehaciendo mis obras, sino que es a mí mismo a quien estoy reconstruyendo”

La anécdota bien le cabe a Rodolfo Insaurralde, cuando uno mismo como observador se enfrenta a algunas de sus nuevas exposiciones.
Aunque parezca dispersarse en la indagación de otras temáticas, podemos apreciar con buen atino que siempre bien vuelve a sus naturalezas muertas,  pero cuando lo hace la factura es otra, brillante como siempre, es decir rica en matices y preciosismos de logro inusual y esta vez con la adición de inefables energías sensitivas que conmueven al espíritu del observador

 

Este resultado mágico es producto del rehacerse a la que aluden la mayoría de los colegas de Rodolfo. Es un ascenso que va desde el talento innato a la imaginación creadora,  un estadio más complejo y superior de la mente.

 

En el caso de Insaurralde es la cabal comprensión de un universo autónomo que él elabora como creador. Es el resultado de años de trabajo incesante y de reflexión y crítica fecunda.
Todo esto se pone de manifiesto no solo en sus naturalezas mal llamadas muertas, ya que podemos ser testigo de la vida que éstas cobran cuando contemplamos una de ellas, sino también en el abordaje de temáticas como los paisajes y animales que apoyados en un dibujo excepcional, generan un desafío del hecho plástico en sí, como además, grandes interrogantes filosóficos en ciertos casos y afirmación moral y poética en otros.

 

Rodolfo Insaurralde es un auténtico artista que nos ha de seguir sorprendiendo. Él supo adueñarse de la incandescencia de las cosas y es allí donde habitan sus misterios.

Hector R. Ríos

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Rodolfo Insaurralde eligió el camino del arte, desde su primera incursión en él, de la mano de la gran artista Irma Stella Insaurralde, quien, como hada madrina marcó para siempre su destino llevándolo a ahondar en ese fascinante mundo.

 

Nacido un 7 de octubre de 1963, en la ciudad de Goya, provincia de Corrientes, Argentina, estudió en la  Escuela Municipal de Arte. Luego parte hacia Misiones donde participa del Taller de arte de Otaño, y en 1987 llega a Buenos Aires invitado a exponer en la Galería "El Baldaquino". Seducido por el creciente movimiento cultural de esta gran ciudad, la adopta como su lugar de residencia, hasta la actualidad, en donde también dicta clases en su Centro Cultural Goya.

 

El artista crea desde sus conocimientos y desde su percepción obras hiperrealistas, todas ellas pinturas al óleo al más puro estilo de los clásicos

maestros del arte, pero desde su individualidad y sensibilidad llevada al extremo, donde la trascendencia de lo visual se mixtura sin error alguno con la representación artística y maravillosa de Insaurralde, dejando entrever una realidad rica en detalles, fabulosa en la exactitud, mágica hasta el asombro del público, y acabadamente correcta en la técnica.

 

En su larga trayectoria es reconocido como Personalidad Destacada de la Cultura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Ciudadano Distinguido de Goya, Visitante de Honor de la Ciudad de Bahía Blanca, entre otros.

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